Irrigación, todo lo que necesitas saber.
La irrigación es la aplicación intervenida de agua al suelo o la tierra para promover el crecimiento de los cultivos y la vegetación. Es un proceso necesario que suministra agua de irrigación en áreas donde la lluvia es insuficiente o nula. El agua es un elemento de vital importancia para las plantas, por lo que la irrigación juega un papel crucial en la agricultura al garantizar la disponibilidad para los cultivos, especialmente en tiempos de sequía. Además, permite cultivar durante todo el año, aumentando la producción y la rentabilidad.
La irrigación ha existido a la par del origen de la agricultura, hace más de 10 mil años, cuando los pueblos nómadas descubrieron que podían producir sus propios alimentos, desarrollándose en sociedades sedentarias, cerca de lagos y ríos, principalmente el río Nilo en el antiguo Egipto, donde el agua era transportada en canales y el riego realizado por gravedad. Así, con el desarrollo de la sociedad, se construyeron sistemas de canales más sofisticados que desembocaban en un lago artificial que fungía como reserva de agua y les permitía aumentar el área de siembra.
Las civilizaciones antiguas entendían la importancia del agua en los cultivos, creando así el principal origen de muchas especies agrícolas y civilizaciones actualizadas cerca de ríos o mantos acuíferos grandes del oriente. En Mesoamérica, muchas regiones donde el clima era permisible, se desarrollaba agricultura por temporal, las lluvias eran vastas y el agua era de calidad. Durante las lluvias y tormentas, el agua era almacenada en caso de sequía.
Otro pilar del riego antiguo y que se puede seguir observando en áreas con pendientes pronunciadas, como montañas y cerros, son las terrazas. Las terrazas son una forma de siembra donde el suelo es acomodado como escalera, con áreas altas que descienden en áreas a diferente nivel. Este método ayuda con la erosión del suelo y es una alternativa sustentable utilizada desde la antigüedad. El riego se hace por canales que rodean los niveles, el agua baja hasta los niveles inferiores cuando los más altos han sido llenados.
Las chinampas para el pueblo azteca fueron el sustento de la civilización. Las chinampas son un método de siembra donde se crean pequeñas islas artificiales en lagos, y utilizado en regiones donde el agua abundaba. Se pueden observar en la actualidad en el centro de México.
En ese aspecto, la irrigación marcó un antes y un después en el desarrollo de las sociedades formando parte fundamental en la evolución a Sistemas de Riego y Sistemas de suministro de agua limpia en las ciudades. Los métodos han evolucionado significativamente con el tiempo. Desde técnicas simples como la inundación del campo hasta sistemas más complejos y eficientes energéticamente, como la irrigación por goteo y la irrigación por aspersión. Existen varios tipos de sistemas disponibles, cada uno con sus propias ventajas y desventajas.
Tipos de Irrigación
1. Irrigación por Superficie o por Gravedad.
Este es el tipo de más antiguo y tradicional, en el que el agua se distribuye por todo el terreno por medio de la gravedad. Dependiendo de cómo se aplique, puede dividirse en subtipos, como la irrigación por inundación o por surcos. Aunque este método es eficaz y ha sido utilizado durante siglos, no es el más eficiente en cuanto al uso del agua. Las pérdidas de agua por filtración y lavado lo hacen un Sistema en desuso, especialmente en regiones donde el agua es un factor limitante. Actualmente, con el desgaste de los recursos naturales, se opta por sistemas más óptimos y tecnificados.
De igual manera, el exceso de agua aumenta la salinidad de los suelo, afectando la posibilidad de la planta para absorber por las raíces, provocando estrés hídrico, crecimiento vegetativo deficiente y una disminución en la floración y fructificación, teniendo repercusiones directas en el rendimiento de la cosecha.
2. Irrigación por Aspersión
La irrigación por aspersión es un método que simula la lluvia, donde el agua es pulverizada en pequeñas gotas. En este sistema, el agua se bombea a través de una red de tuberías hasta llegar a los aspersores, que luego rocían el agua en el aire, cayendo sobre el terreno como si fuera lluvia. Este método es más eficiente que la irrigación por superficie, pero puede ser más costoso debido a la necesidad de equipos de bombeo.
Así mismo, deben hacerse modificaciones de acuerdo al cultivo que se desarrolla. Establecer trípodes o mejorar el terreno para que el agua no se encharque. El encharcamiento y el exceso de humedad en el follaje de las plantas puede ocasionar un aumento en las enfermedades fúngicas. Las enfermedades tienden a ser una de las principales causas de pérdidas totales en los cultivos, por lo que es importante realizar un monitoreo constante.
3. Irrigación por Goteo.
La irrigación por goteo, también conocido como Riego Localizado es un método altamente eficiente. En este sistema, el agua se suministra directamente a la zona de las raíces de las plantas mediante una red de tuberías, tubos y emisores (cintas de riego con orificios o goteros). Esto minimiza la pérdida de agua por evaporación o escorrentía y permite un uso más eficiente del agua. Sin embargo, este sistema puede requerir una inversión inicial mayor y más mantenimiento en comparación con los otros métodos, en caso de romperse por animales o las presiones del agua.
La elección del sistema correcto depende de varios factores, incluyendo el tipo de cultivo, el clima, la calidad del agua y la disponibilidad de recursos. Es importante evaluar todas las opciones y considerar las necesidades específicas de tu operación agrícola antes de decidir cuál es el mejor método para ti. Aunque la mayoría de los Sistemas de Riegos son versátiles, la mejor opción siempre será la que se adecue a los recursos económicos y naturales disponibles.
Beneficios
Los beneficios de la irrigación en la agricultura son claros. El agua es un elemento fundamental para la vida, un suministro de agua constante y adecuado puede aumentar significativamente la productividad de los cultivos, lo que lleva a una mayor producción de alimentos y a un mayor ingreso para los agricultores. Los sistemas de irrigación modernos, especialmente los sistemas de riego por goteo, utilizan el agua de manera más eficiente, minimizando el desperdicio y conservando este valioso recurso. La tendencia actual vislumbra una agricultura ecológica y amigable con los recursos ambientales, para garantizar la seguridad alimentaria.
En un aspecto sustentable, la irrigación supone una alternativa para la industria agropecuaria donde el agua, un recurso no renovable en escasez, puede ser maximizado y aprovechado eficientemente para que se brinde la cantidad exacta a la planta, sin desperdiciar ni derrochar.
Sin embargo, también puede tener impactos ambientales si no se gestiona correctamente. El uso excesivo de agua puede llevar a problemas como la salinización del suelo y la disminución de los acuíferos. Sin embargo, la adopción de prácticas sostenibles y la utilización de tecnología pueden ayudar a mitigar estos impactos.
La tecnología está transformando la forma en que irrigamos, con avances como los sensores de humedad del suelo, la agricultura de precisión y la automatización de la irrigación, haciendo que la irrigación sea más eficiente y sostenible que nunca.